Comenzó como cualquier otra mañana en el tren.
Hasta que me quede hipnotizada por el tipo sentado al otro lado del pasillo.
Estaba gritándole a alguien en su teléfono como si gobernara el mundo.
Quien se pensaba que era ese engreído con traje... Dios?
En realidad parecía un dios. Eso fue todo.
Cuando llego su parada, se levanto de repente y se fue.
Tan rápido que dejo caer su teléfono al salir.
Puede que lo haya levantado.
Puede que haya visto todas sus fotos y haber llamado algunos de sus números.
Puede que me haya aferrado al teléfono del misterioso hombre durante días...hasta que finalmente tuve el coraje para devolverlo.
Cuando llevo mi trasero a través de la ciudad a su compañía de lujo, se negó a verme.
Así que, deje el teléfono en el escritorio vació fuera de la oficina del idiota arrogante.
Sin embargo puede que haya dejado una imagen sucia en el celular.
No esperaba que el respondiera el texto.
No esperaba que nuestro intercambios fueran calurosos como el infierno.
No esperaba enamorarme de el... todo antes que nos conociéramos.
Los dos no podríamos haber sido mas diferentes.
Sin embargo, sabes lo que dicen sobre los opuestos.
Cuando finalmente nos encontramos cara a cara, descubrimos que lo opuestos a veces hacen mas que atraerse, nos consumimos el uno al otro.
Nada podria haberme preparado para el paseo que me llevo, y ciertamente no estaba preparada para el lugar en que terminaría cuando el paseo hubiera finalizado.
Todas las cosas buenas deben llegar a su fin, Verdad?
Excepto que nuestro final era uno que no vi venir.