
Desty era una dura chica de campo y cuando llegó el nieto de la duquesa al rancho Gilford, solo pudo ver en él a un niñato malcriado, que aunque era guapo, no merecía la pena. El muy estúpido ni sabía montar a caballo. Pero a pesar de resistirse, poco a poco se fue enamorando y ya no pudo olvidarse de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario