Conozco a Marie de toda la vida. Ha sido la amiga excéntrica de mi hermana desde que tengo memoria.
Pero ahora ya es una mujer, y muy guapa.
Cada vez que pasa a mi lado, se me van los ojos. Mis manos quieren agarrarla por las caderas y no soltarla nunca más. Esas magníficas piernas me llenan la mente de pensamientos sucios.
Ahora la deseo.
Después del mejor rollo de una noche de mi vida, en lo único que puedo pensar es en ella. Me he acostado con montones de mujeres, pero el sexo nunca se había parecido en nada a esto. Sea lo que sea que tenemos Marie y yo, merece la pena conservarlo.
Ahora la necesito.
No soy bueno para las relaciones o el compromiso. Después de todo por lo que he pasado, no soy capaz de mantener una relación seria.
Pero me descubro a mí mismo deseando hacer una excepción… por ella.
Me ama.
Es lo que me dijo.
Ya he perdido a suficientes peronas en mi vida y no soporto la idea de perderla también a ella. No creo que pudiera aguantarlo.
Así que tengo que romper con ella.
Debo alejarme antes de que sea demasiado tarde.
Tengo que seguir diciéndome a mí mismo que no la amo.
Y tal vez un día me lo creeré de verdad.
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